Si es necesario aplicar el aceite sobre la piel, se recomienda diluir una pequeña cantidad en tu aceite vegetal favorito o en una crema hidratante, para evitar que su potente acción pueda irritar la piel, sobre todo si ya es sensible. Por la misma razón, el aceite de té, como todos los demás aceites esenciales, no debe aplicarse directamente sobre las membranas mucosas y debe mantenerse fuera del alcance de los niños.
Salud y belleza
Desinfectante de heridas: gracias a sus propiedades antisépticas es posible utilizar aceite de árbol de té para desinfectar pequeñas heridas. Aplícalo en las zonas afectadas con un hisopo de algodón después de diluir dos o tres gotas en aceite vegetal.
Acné y espinillas: en caso de problemas de acné y forúnculos inflamados, utilice el árbol del té como tratamiento de choque aplicando una gota diluida directamente sobre la mancha.
Candida: gracias a sus propiedades antifúngicas, el aceite de árbol de té se recomienda cada vez más en caso de candida. Para conocer los métodos de uso correctos según su caso, consulte a su ginecólogo de confianza para obtener más información.
Vapores contra la gripe y los resfriados: contra los síntomas de la gripe, agregue cinco gotas de aceite de árbol de té al agua hirviendo que usará para las fumigaciones.
Contra la caspa, diluye diez gotas de aceite de árbol de té en una botella de champú neutro (sin perfume y a base de tensioactivos vegetales) que usarás como de costumbre.
Realiza un enjuague bucal natural con acción desinfectante y refrescante diluyendo una cucharadita de bicarbonato de sodio y dos gotas de aceite de árbol de té en un vaso de agua.
Para la preparación de un desodorante natural: el aceite de árbol de té combate eficazmente los malos olores provocados por la sudoración. Por tanto se puede añadir a la preparación de un desodorante en polvo natural a base de bicarbonato, que obtendrás combinando 50 gr. de las últimas 8 gotas de aceite esencial. Guarde todo en un frasco de vidrio bien cerrado.
Para un masaje vigorizante, agregue 6 gotas de aceite esencial de árbol de té a 20 ml de aceite de almendras dulces.
Puede utilizarse como antifúngico en las patologías clásicas que afectan a las uñas o los pies de quienes practican deportes como la natación y suelen acudir a piscinas o gimnasios.
Descongestionante nasal: en caso de resfriado, la aromaterapia sugiere calentar unas gotas diluidas de árbol de té entre frotarse las palmas de las manos, antes de inhalar el aroma beneficioso. Sus ingredientes activos atravesarán las membranas mucosas nasales.
Para prevenir los piojos en los niños se recomienda diluir dos gotas en un aceite o crema y frotarlo diariamente detrás de las orejas para mantener alejados a los temidos parásitos.
En caso de herpes labial, el aceite de árbol de té es un gran aliado gracias a sus propiedades desinfectantes. Basta verter unas gotas diluidas en otro aceite vegetal directamente sobre la pústula que se secará en muy poco tiempo sin aumentar de volumen.
En la casa para limpiar
Para combatir el moho: vierte un litro de agua en un atomizador y agrega medio vaso de vinagre y 15 gotas de árbol de té. Pulverizar sobre las zonas afectadas y dejar actuar el mayor tiempo posible.
El mismo spray se puede utilizar como producto multiusos para limpiar espejos y desinfectar accesorios de baño. En este caso, para obtener un aroma más agradable y aumentar la efectividad, agregue otras 10 gotas de aceite esencial de limón.
Producto limpiador de suelos: combina 15 gotas de aceite de árbol de té y 15 gotas de aceite esencial de eucalipto con medio vaso de bicarbonato, que disolverás en un balde de agua para obtener un excelente producto para la higiene de suelos aún más difíciles.
Desinfectante de zonas difíciles: aplicar unas gotas sobre un paño de algodón húmedo para desinfectar zonas muy afectadas por la presencia de gérmenes, como pomos de puertas, ventanas y muebles.
Desinfecta la ropa: añade una docena de gotas a la ropa para potenciar la acción de tu detergente, recordando optar por un producto de bricolaje o lo más natural posible y no dañino para el medio ambiente.
Desinfectar el lavavajillas Unas gotas de aceite de árbol de té vertidas de vez en cuando en la bandeja del lavavajillas te ayudarán a obtener una desinfección óptima de ollas y platos y del propio aparato.
Crea una pasta limpiadora para la estufa o los lugares difíciles del baño combinando cuatro cucharadas de bicarbonato de sodio con cinco gotas de aceite de árbol de té y solo agua suficiente para lograr una consistencia cremosa. Aplicar con ayuda de una esponja, preferiblemente natural, como las de la lufa, y frotar.
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